Se cumplieron 40 años de los 21 minutos históricos de Freddie Mercury y Queen en el Live Aid
Resumen
El 13 de julio de 1985, el grupo británico Queen ofreció en Wembley un show antológico durante el evento benéfico Live Aid. Con apenas seis canciones y el magnetismo inigualable del cantante Freddie Mercury, la banda marcó un antes y […]

El 13 de julio de 1985, el grupo británico Queen ofreció en Wembley un show antológico durante el evento benéfico Live Aid. Con apenas seis canciones y el magnetismo inigualable del cantante Freddie Mercury, la banda marcó un antes y un después en la historia del rock.
En 1985, mientras el mundo sufría las consecuencias de una de las hambrunas más devastadoras del siglo en Etiopía, la música global respondió con uno de los eventos más monumentales de la historia. Organizado por Bob Geldof y Midge Ure, el megaconcierto benéfico se celebró simultáneamente en Londres y Filadelfia, y recaudó más de 127 millones de dólares.
Pero, entre una constelación de estrellas, que incluyó a David Bowie, Sting, Paul McCartney, Elton John, Mick Jagger, Bob Dylan, Led Zeppelin, Madonna, U2, Tina Turner y Sting, fue Queen quien brilló más alto. Solo 21 minutos bastaron para que Freddie Mercury y sus compañeros —Brian May, Roger Taylor y John Deacon— entregaran uno de los shows en vivo más legendarios de todos los tiempos.

A las 18:41, cuando salieron al escenario del estadio Wembley, aún había luz natural, pero lo que ocurrió a continuación iluminó para siempre la historia del rock. El set arrancó con una versión abreviada de “Bohemian Rhapsody”, siguió con “Radio Ga Ga”, “Hammer to Fall”, “Crazy Little Thing Called Love”, y cerró con los himnos eternos: “We Will Rock You” y “We Are the Champions”.
Mercury —de jeans ajustados, musculosa blanca y sus icónicas Adidas— fue el alma de la jornada. Condujo a 74 mil personas al unísono en el famoso «Ay-Oh», transformando al público en un coro mundial. La audiencia televisiva global alcanzó los 1.900 millones de espectadores en más de 70 países. “El resto de nosotros tocamos bien, pero Freddie salió y lo llevó a otro nivel. Conectó con todos. Nunca había visto algo así”, diría luego Brian May.

La banda venía de atravesar una etapa de desencanto. Según cuenta la biógrafa Lesley-Ann Jones, los miembros de Queen sentían que su momento había pasado, eclipsados por bandas emergentes como U2 y The Cure. Sin embargo, el Live Aid fue su renacer. A diferencia de otros artistas que improvisaron sobre el escenario, Queen ensayó durante una semana completa en el teatro Shaw de Londres. Esa preparación meticulosa les permitió ofrecer una presentación tan precisa como visceral.
Queen, el mejor show en vivo de todos los tiempos
Aquel concierto fue tan impactante que en 2010 fue elegido por varias publicaciones especializadas como el mejor show en vivo de todos los tiempos. No es casual que la película Bohemian Rhapsody (2018) cierre con una recreación exacta de esos minutos mágicos, eternizando a Freddie Mercury como uno de los frontmen más carismáticos y talentosos de la música moderna.

A 40 años de aquella jornada inolvidable, cada 13 de julio se conmemora el Día Mundial del Rock, en honor al poder transformador de la música y al espíritu solidario que se vivió aquel día.
Live Aid, un histórico recital benéfico
Participaron más de 70 artistas de renombre mundial, como Queen, U2, David Bowie, Led Zeppelin, Madonna, Elton John, Mick Jagger y Paul McCartney, entre otros. La transmisión del evento se realizó vía satélite a más de 150 países, con una audiencia estimada de 1.900 millones de personas, lo que convirtió al Live Aid en uno de los eventos televisivos más vistos de la historia.
El concierto fue una de las mayores movilizaciones musicales con fines humanitarios y logró recaudar alrededor de 127 millones de dólares destinados a programas de ayuda para África. Además de las actuaciones en vivo, se realizaron campañas telefónicas para sumar donaciones en todo el mundo.
El éxito del Live Aid no solo puso en evidencia el poder de la música como herramienta de cambio social, sino que también inspiró futuros conciertos benéficos como Live 8 y Farm Aid.