Persecución y masacres de minorías en Siria
Resumen
“No hagáis el mal y no devolváis el mal por el mal” Profeta Muhammad Los ojos y oídos de los organismos de derechos humanos europeos y de la ONU están atentos al clamor de las minorías drusas, ismaelitas, cristianas y, […]

“No hagáis el mal y no devolváis el mal por el mal” Profeta Muhammad
Los ojos y oídos de los organismos de derechos humanos europeos y de la ONU están atentos al clamor de las minorías drusas, ismaelitas, cristianas y, particularmente, alauitas en Siria. Estas minorías son perseguidas y masacradas por paramilitares de Hayat Tahrir El Sham quienes tomaron el poder por la fuerza el 8 de diciembre de 2024.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, conocido por denunciar las violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Bashar Al Asad, ahora es una de las voces más activas contra el régimen de Ahmad Sharaa, antes conocido como Al Jolani. Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda, publicó recientemente el “Ambtsbericht Syrië” (Informe sobre Siria, mayo 2025) en el que advierte sobre un nuevo genocidio en la región.
Mientras estas instituciones internacionales denuncian la gravedad de la situación siria, algunos gobiernos occidentales parecen centrarse en la imagen del actual presidente de facto. Hasta diciembre Al Jolani era considerado por el gobierno de los EEUU un terrorista de Al Qaeda. Tras el golpe de estado, occidente buscó mejorar su imagen recortándole su barba, poniéndole un traje y perfumándolo con fragancias francesas en un intento de facilitar su aceptación, pero el ADN de un fascista difícilmente pueda camuflarse.
La ola de violencia que estalló en marzo en Siria dejó un saldo trágico de 8000 civiles muertos, en su mayoría musulmanes de la comunidad alauita por ser considerados colaboracionistas de Al Asad. Esta minoría es perseguida y asesinada en un conflicto que pareciera no tener fin.
Las promesas de Al Jolani apenas tomó el poder fueron de llevar libertad, pluralismo religioso, cohesionar socialmente a toda Siria, recuperar la economía devastada por la guerra civil de 14 años y llamar a elecciones en marzo. Pero, lejos de cumplir con alguna de estas ofertas políticas, la situación en el país se agravó.

Las autoridades internacionales solicitaron al gobierno sirio un informe que rinda cuentas sobre las acciones de sus fuerzas de seguridad y defensa, en particular sobre las ejecuciones extrajudiciales en ciudades como Hama, Homs y en las costeras de Tartus y Latakia. Al Jolani se comprometió a conformar una comisión de investigación pero hasta la fecha no se conocen resultados.
El Informe sobre Siria 2025 demuestra que las violaciones incluyen despidos arbitrarios llevando a más del 90 % de los sirios a vivir por debajo del umbral de pobreza. Los arrestos arbitrarios de oficiales y efectivos del Ejército Árabe Sirio superan las 10 mil detenciones, en su mayoría alauitas cuyos paraderos aún se desconocen.
La violencia estatal en Siria es alarmante. Se registraron masacres consideradas “limpieza sectaria”, contra civiles en zonas rurales y en la región costera. La movilización masiva organizada entre el 7 y el 10 de marzo condujeron al asesinato de 8,000 civiles, en su mayoría mujeres y niños. Los informes documentan fosas comunes, saqueos, incendios de viviendas, destrucción de tierras de cultivo y desplazamientos forzados. La masacre más reciente sucedió con el atentado en la iglesia de San Elías en Al-Dweilaa el 22 de junio, donde murieron decenas de civiles cristianos.
A estas atrocidades del régimen medieval sirio se le suman las desapariciones forzadas, secuestro, pago de rescates, y casos de trata de personas con un total de 63 registrados, siendo 18 de ellos menores de edad. El Informe denuncia el desplazamiento de otros 8,000 civiles alauitas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, quienes huyeron al aeropuerto de Hmeimim, controlado por Rusia y muchos otros huyeron al noreste de Siria, bajo control kurdo.
La diáspora alauita pide protección y justicia
Frente a esta situación crítica, la diáspora alauita, presente en 11 países, organizó la Federación Internacional de Organizaciones Alauitas en la plataforma Change.org, desde allí lanzó un llamamiento por protección, justicia e intervención humanitaria. Con esta plataforma se busca coordinar esfuerzos, actuar colectivamente y preservar la identidad cultural alauita en cualquier parte del mundo, para lograr un apoyo unificado y efectivo.
Por todos los informes presentados, queda claro que Al-Jolani ha implementado una política de terror y venganza contra diversas comunidades sirias. A su vez, según las últimas noticias, estaría entregando las alturas del Golán a Israel y permitiendo que las fuerzas de Netanyahu operen militarmente en el territorio sirio y en su espacio aéreo. Estas acciones, de profundizarse, llevarán a la disgregación territorial y pérdida de soberanía, debilitamiento de la paz social y la erosión de la integración democrática. La crisis en la que está sumergida Siria genera preocupación por el futuro del país y complejiza la estabilidad regional.