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¿Es posible que llegue a la región la peligrosa araña de los bananos?

Resumen

En estos días se detectó en supermercados de Uruguay la presencia de arañas de los bananos, una de las especies arácnidas más venenosas. Desde la Universidad Nacional de La Plata (donde investigan a las arañas), explicaron qué posibilidades existen de […]

¿Es posible que llegue a la región la peligrosa araña de los bananos?


En estos días se detectó en supermercados de Uruguay la presencia de arañas de los bananos, una de las especies arácnidas más venenosas. Desde la Universidad Nacional de La Plata (donde investigan a las arañas), explicaron qué posibilidades existen de que llegue a nuestra región y a qué otras especies tenemos que prestar atención.

Las arañas del género Phoneutria, conocidas vulgarmente como “araña de los bananos” o “armadeira”, son originarias de Brasil pero su hábitat se extendió hasta el norte de nuestro país. Se la encuentra en selvas tropicales y subtropicales de Sudamérica, en cultivos de bananas, ocultas en cortezas, troncos y en otros refugios que le brinden oscuridad. 

¿Es posible que llegue a la región la peligrosa araña de los bananos?
Araña de rincón.

Para La Plata, por ejemplo, hay registros de hace muchos años cuando las bananas se transportaban directamente en forma de “cachos” al mercado regional, lo cual favorecía la presencia de las arañas y los accidentes al cargarlos directamente sobre los hombros. Actualmente las bananas se comercializan en cajas, lo cual reduce muchísimo el riesgo de traslado de las mismas y de sus picaduras.

«Estos accidentes para nuestra región tienen muy baja probabilidad y debemos considerar también que el stress del transporte, sumado al cambio de las condiciones climáticas y de su alimentación contribuiría a que el veneno no sea tan potente como en su zona de origen», explicó la licenciada Sandra González, del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP.

Las arañas de los bananos

Son arañas que no construyen tela, son errantes, cazadoras nocturnas. Se alimentan de insectos, y pequeños vertebrados. El tamaño de su cuerpo es de alrededor de 3 a 4,5 centímetros, con las patas extendidas alrededor de 13-15 cm.

La coloración es marrón, con manchas oscuras y claras. Tienen quelíceros robustos de color rojizo. Habitan zonas selváticas, y son comunes en los cultivos de bananos.

«Como todas las arañas, tienen veneno que utilizan para alimentarse; en este caso presentan veneno de tipo neurotóxico, y su conducta es bastante agresiva, pero solo producen accidentes al sentirse en peligro –acotó la especialista. Adoptan una actitud amenazante levantando los dos primeros pares de patas, exhibiendo sus grandes quelíceros, y son capaces de saltar».

¿Qué sucede en caso de picadura? «No pasa desapercibida, ya que es muy dolorosa y sus grandes quelíceros dejan marcas en la piel. La rápida identificación del accidente, permite el acceso a su tratamiento y al eventual uso del suero específico. La especie que causa más accidentes es Phoneutria nigriventer, por sus hábitos más vinculados a los cultivos. Ante la picadura es importante capturar al ejemplar o al menos tomar una fotografía del arácnido para facilitar así el diagnóstico y tratamiento».

Más picaduras

Es importante destacar que nuestro país cuenta con el suero específico que se produce en el Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB) ANLIS-Malbrán. En el último tiempo han aumentado los casos de picaduras de serpientes, arañas y escorpiones.

En mayo de 2025 se registró 66% más mordeduras de serpientes que el promedio para esa altura de los años anteriores. También crecieron los registros de picaduras de arañas: 26% más por viudas negras y 14% más de araña del rincón. Lo mismo con accidentes de ofidismo. Se reportó 77% más de mordeduras de yarará, un 81% en serpientes de cascabel y 160% más de corales. ¿Los bichos también se volvieron crueles o hay otros factores que explican este fenómeno? 

¿Es posible que llegue a la región la peligrosa araña de los bananos?

“Uno de los motivos seguramente es que hay un aumento de estos animales en zonas pobladas. La gente está construyendo donde hasta hace poco eran zonas silvestres y naturales, y no solamente las serpientes sino montones de animales aparecen en las casas porque es su lugar natural (basta recordar a los carpinchos de Nordelta). La que está fuera de lugar es la casa”, analiza Jorge Williams, uno de los herpetólogos más reconocidos del país, encargado del serpentario del zoo platense cuando se inauguró en 1978 y profesor emérito de la Universidad Nacional de La Plata.

Para Claudio Bertonatti, naturalista, museólogo y docente, el incremento de reportes tiene más que ver con que “ahora hay más herramientas, la gente está más informada, sabe adónde recurrir. Estamos más alertas y con más herramientas para comunicarlo y documentarlo”.

Las ciudades y las arañas

También hay cuestiones urbanas. “En las grandes ciudades o pueblos donde los residuos no son bien gestionados, el aumento de cucarachas desde luego genera una mayor oferta de alimento a sus predadores, como las arañas y escorpiones. Lo mismo sucede con las ratas y ratones asociados a los basurales y las serpientes –apunta Bertonatti–. El cambio climático ha generado un corrimiento en la distribución geográfica de muchas especies hacia el sur”. 

«En el museo recibimos muchas consultas de gente que manda fotos o trae ejemplares en recipientes diciendo ‘apareció este bicho en mi casa, ¿es peligroso?’», cuenta Cristian Grismado, de la División Aracnología del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Explica que, de las más de 1600 especies de arañas conocidas en Argentina, sólo hay tres géneros con especies peligrosas. Además de la araña del rincón (Loxosceles laeta), señala a las viudas negras (Latrodectus) y la araña del banano (Phoneutria nigriventer). «Para las tres arañas de importancia médica hay antídoto específico y se fabrica en el Instituto Malbrán», remarca.

Sobre la primera, explica que «no está en todo el país en grandes cantidades, ni presenta una distribución uniforme, pero es más frecuente en ambientes urbanos. En CABA, La Plata y otras ciudades, en determinados microambientes pueden encontrarse poblaciones bastante grandes, especialmente en sótanos u otros espacios oscuros con muebles amontonados y poco movimiento, como depósitos. Allí suelen prosperar, pudiendo llegar a ser abundantes localmente».

Mitos y biofobia: ¿qué tan peligrosas son las arañas?

Esta especie “tiene un veneno necrótico, destructor de tejidos, que –en alrededor del 15% de los casos– puede generar un cuadro como el que resulta potencialmente fatal, lo que se conoce como cuadro ‘cutáneo-visceral’. En la mayoría de los casos (si bien posee una acción bastante fuerte e impresionante de destrucción de tejidos) se limita a nivel local, en las áreas cercanas a la picadura». Peralta agrega que el Malbrán recibe ejemplares para producir el suero: «a pesar del veneno peligroso no es agresiva. Hay accidentes. Cuando quedan atrapadas dentro de la ropa o al meter la mano detrás de un mueble. Con precauciones, se la puede poner en un frasquito. A diferencia de otras, no trepa el vidrio»,

Las viudas negras –más comunes en el Noroeste, oeste y la Patagonia-, y las arañas del banano –que habitan Misiones, Corrientes o Formosa, pero pueden alcanzar otros puntos por medio de transporte pasivo, como cajones de fruta–, no son frecuentes en ambientes urbanos: «estas dos tienen un veneno neurotóxico, que afecta más bien el sistema nervioso. La manifestación externa no es tan visible como la que se observa con el veneno necrótico de la araña del rincón. En estos casos, el riesgo más grande es de alteraciones cardiovasculares y edema de pulmón», explica.

Un ladrillo en la pared

«Un medio ambiente saludable está compuesto por muchas piezas que se regulan y se necesitan entre sí. Las arañas constituyen un grupo muy presente y muy importante. Controlan plagas a través de su alimentación, y a la vez de ellas se alimentan otros grupos que hacen que el ambiente esté bien diversificado. Si las sacamos del ambiente, es como empezar a sacar ladrillos de una pared: se puede caer», grafica Luis Giambelluca, investigador del Conicet y del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores, donde estudian la importancia de las arañas en el cinturón frutihortícola de La Plata.

«En ambientes donde no se fumiga, cuanto más arañas haya habrá menos pulgones, menos orugas. Las arañas no le hacen nada malo al cultivo; al contrario, lo defienden. El productor va a poder gastar menos dinero, porque no tiene que poner biocidas para controlar plagas, y el consumidor se va a ver beneficiado porque no consume biocidas», añade.

Mitos y biofobia: ¿qué tan peligrosas son las arañas?

Desde Reivindicando a las arañas, Peralta insta incluso a la preservación de los ejemplares y su aporte a la ciencia. ¿Qué pasa si alguien se topa con una araña del rincón, la más presente en ámbitos urbanos entre las peligrosas? «Por lo general la gente las mata, pero uno le puede recomendar adónde llevarla. A otras especies les diríamos de liberarlas en un lugar abierto. Como estas viven dentro de las casas, lo ideal es llevarlas a lugar donde se investigue. Como el Malbrán, que las recibe para producir el suero. La araña a pesar del veneno peligroso no es agresiva. Los accidentes son eso: accidentes. Cuando quedan atrapadas por ejemplo dentro de la ropa cuando una persona se viste o al meter la mano detrás de un mueble. Con precauciones, se puede ponerle un vaso arriba y un papel por abajo, para ponerla en un frasquito. Esta araña -a diferencia de otras- no trepa el vidrio, tomando cuidados básicos se puede atrapar para transportar».

Ante la ocurrencia de una picadura en el territorio de la provincia de Buenos Aires, pueden comunicarse al Centro Provincial de referencia en Toxicología (CEPROTOX): las 24 horas los 365 días del año al 0 800 222 9911.

La App de la UNLP para saber si es araña o escorpión

El Laboratorio de Aracnología del CEPAVE (UNLP- CONICET) cuenta con la app móvil ¿es araña o escorpión?  Esta App está orientada a toda persona que se interese en la vida de las arañas y de los escorpiones que nos rodean y que comparten nuestro espacio.

Se trata de una aplicación pública y gratuita y tiene como objetivo orientar al usuario en la determinación de arácnidos (araña o escorpión/alacrán) que encuentre y que sepa si es de interés sanitario o no; es decir la peligrosidad que tiene el veneno al ser inoculado a un humano.

Simplemente se envía una foto del “bicho” y el equipo del Laboratorio de Aracnología responderá con la información de ese animal en cuestión. Además, se puede llevar un registro de las capturas y consultar el “Catálogo de Bichos” incluido en la App.

Otras arañas para prestar atención

Latrodectus sp: viuda negra”, “araña del lino” o “rastrojera”

Arañas pequeñas negras con manchas rojas o pardo rojizas. En su parte ventral destaca una mancha en forma de reloj de arena. Se las puede encontrar entre piedras, en bordes de caminos, habitando cuevas abandonadas de otros animales, en las plantaciones de trigo, lino, entre arbustos y gramíneas, muy ocasionalmente dentro de las viviendas. 

Son pequeñas, la hembra de mayor tamaño (8 a 15 mm) que el macho (3 a 6 mm). En Argentina habitan siete especies, distribuidas por casi todo el territorio, no existiendo registro para nuestra ciudad. Sus ocho ojos se agrupan en dos filas de cuatro. No son agresivas y las picaduras se producen por sentirse amenazadas. Su veneno es neurotóxico, potencialmente letal. Cabe agregar que los accidentes no suelen ser graves, y es muy baja la mortalidad. Hay suero específico.

Loxosceles sp: “araña violinista”, “araña de los cuadros” o “araña marrón”

Araña domiciliaria de color marrón (prosoma y patas) con la parte posterior marrón grisáceo (opistosoma). Destaca en la parte dorsal del prosoma una mancha más oscura en forma de violín. Son de hábitos nocturnos, tejen telas irregulares detrás de cuadros, en grietas de paredes, armarios, etc. En las viviendas pueden  buscar refugio en calzado en desuso, ropa, leña.

En el peridomicilio, las encontramos en refugios no expuestos al sol (grietas, bajo piedras, troncos, ladrillos, etc) No son agresivas y las picaduras se producen por sentirse amenazadas. En Argentina se distribuyen por todo el territorio, siendo la especie más común Loxosceles laeta. Miden de 7 a 15 mm, los machos algo más pequeños. Tienen 6 ojos, dispuestos de a pares en forma de “V”. Su veneno es necrosante y hemolítico. En caso de sintomatología sistémica puede ser letal, aunque es muy baja la mortalidad. Hay suero específico.



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