los avances geopolíticos del imperialismo
Resumen
En Estados Unidos, tanto la administración de Donald Trump, en 2020, como la de Joe Biden, en 2024, trataron de avanzar sobre China en el plano de la disputa geopolítica que mantienen desde hace un par de décadas. Ambos trataron […]

En Estados Unidos, tanto la administración de Donald Trump, en 2020, como la de Joe Biden, en 2024, trataron de avanzar sobre China en el plano de la disputa geopolítica que mantienen desde hace un par de décadas.
Ambos trataron de limitar el despliegue de la red social digital Tik Tok en suelo norteamericano; sin embargo, el pasado 25 de septiembre un comunicado de la Casa Blanca anunció, con el título rimbombante de “SALVANDO TIKTOK MIENTRAS PROTEGEMOS LA SEGURIDAD NACIONAL”, que se aprobaba que esta red social, finalmente pudiera operar en Estados Unidos.
El comunicado explicitaba: “En virtud de este Acuerdo Marco, la aplicación de TikTok en Estados Unidos será operada por una empresa conjunta de nueva creación con sede en Estados Unidos. Su propiedad mayoritaria y control estará a cargo de ciudadanos estadounidenses y ya no estará bajo el control de ningún adversario extranjero, ya que ByteDance Ltd. y sus filiales poseerán menos del 20 % de la entidad, y el resto estará en manos de ciertos inversores. Esta nueva empresa conjunta estará dirigida por una nueva junta directiva y sujeta a normas que protejan adecuadamente los datos de los estadounidenses y nuestra seguridad nacional”.
Y afirmaba: “En consecuencia, he determinado que la desinversión propuesta permitiría a los millones de estadounidenses, que disfrutan de TikTok todos los días, seguir usándolo y al mismo tiempo proteger la seguridad nacional”. Esto significó que el gobierno de Trump aprobó la compra de las operaciones estadounidenses de la red social por unos u$s14 mil millones.
El pasado 6 de octubre, el mandatario de EE.UU, utilizó por primera vez la red social digital desde su vuelta a la Casa Blanca –la última vez había sido en noviembre de 2024- en la que publicó un video de sólo 14 segundos para informar “a todos los jóvenes de TikTok: yo salvé TikTok, así que me deben un gran favor”.
¿El título del video?: “Salvé Tik Tok”
@realdonaldtrump I SAVED TIKTOK!
Este anuncio, como todo lo que realiza Trump, no fue para nada claro. Por ejemplo, no indicó que las partes inversoras son un consorcio de empresas encabezado por Oracle, Rupert Murdoch y un fondo de Abu Dabi. Que el cofundador y presidente de la tecnológica Oracle, Larry Ellison, tiene 81 años y es la segunda persona más rica del mundo; que su hijo de 42 años, David Ellison, dueño la productora hollywoodense Skydance, hace unos meses se fusionó con Paramount obteniendo así el control de CBS y sus otras franquicias de televisión y cine. El acuerdo fue financiado por su padre.

Durante agosto, el día en que se cerró la fusión con Paramount, los periodistas le preguntaron a David Ellison si la compañía favorecería a los conservadores y a Trump. “No quiero politizar de ninguna manera nuestra empresa”, señaló. Sin embargo, Larry Ellison es simpatizante de Trump y un importante aportante republicano, mientras que David Ellison donó casi un millón de dólares a la campaña de reelección del presidente Joe Biden. O sea, los Ellison tienen unos principios y sino…
Tic tac, la paz
La noticia recorrió todas las portadas de los medios: Trump anunció a través de la red social digital Truth Social “que tanto Israel como Hamas han aprobado la primera fase de nuestro plan de paz». De esta manera, se dio a conocer que Israel y Hamas encaraban la primera fase de un plan de paz, tras conversaciones en Egipto para poner fin a la guerra en Gaza, propuesto por Trump.
Los primeros puntos de ese plan, de los 20 que tenía, expresaban:
1. Gaza será una zona libre de terrorismo desradicalizada que no representa una amenaza para sus vecinos.
2. La Franja será re-urbanizada en beneficio del pueblo de Gaza, que ha sufrido más que suficiente.
3. Si ambas partes están de acuerdo con esta propuesta, la guerra terminará de inmediato. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para prepararse para la liberación de rehenes. Durante este tiempo, se suspenderán todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería, y las líneas de batalla permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para la retirada completa por etapas.
De esta manera se le daba una salida a un conflicto que había dejado a Israel al borde de un repudio moral sin precedentes a nivel mundial por impedir la llegada de ayuda humanitaria y a Hamas sin capacidad de reacción tras ser anulado militar y políticamente: Yahya Sinwar, Mohammed Deif y Marwan Issa murieron en operaciones selectivas, su red de túneles fue destruida y la capacidad ofensiva reducida a ataques esporádicos.
Lo paradójico se pudo ver cuando se avanzó en la liberación de los rehenes sobrevivientes del 7 de octubre de 2023 -se cumplió un nuevo aniversario hace unos días- y la recepción al presidente de Estados Unidos. La noticia fue recibida con mensajes de agradecimiento por parte de Israel por la gestión y el pedido, incluso del propio primer ministro Benjamín Netanyahu, quien a través de la red social digital X solicitó: “Denle el Premio Nobel de la Paz a @realDonaldTrump, ¡se lo merece!”. Otra muestra de esto se vio con el gran mensaje que desplegaron los israelíes en la playa de Tel Aviv para Trump: “Gracias”.

El acuerdo -negociado principalmente por Washington, con la mediación de Egipto, Qatar y Turquía- redefine el mapa político y militar de la región. Sin mencionar que el petróleo en Oriente Medio pasa principalmente por el Estrecho de Ormuz, un canal marítimo estratégico ubicado entre Irán y Omán que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el Océano Índico. Es la vía de salida más importante para el crudo y el gas natural de la región: por él circulan aproximadamente el 20% al 30% del petróleo mundial.
Si bien no hay conexión geográfica directa, el conflicto en Gaza y las tensiones asociadas en la región impactan la estabilidad del estrecho: el cierre o la interrupción de esta ruta afectaría significativamente los mercados energéticos globales. Trump perseguía abiertamente alcanzar el Premio Nobel de la Paz 2025, que será entregado el próximo 10 de diciembre en Oslo.
Sin embargo, el comité noruego entregó el título -días antes del viaje de Trump- a la venezolana golpista María Corina Machado, bajo el argumento de que se esforzó en promover los derechos y libertades en Venezuela bajo la presidencia del actual mandatario, Nicolás Maduro. Venezuela merece un párrafo aparte en los planes geopolíticos del imperialismo norteamericano.
Tic tac y Argentina en venta
A estas noticias, también se le suma que, en el plano local, Javier Milei, en un intento desesperado por modificar el rumbo económico y político del país -que cambió acentuadamente tras perder las elecciones del 7 de septiembre- acudió a Trump para pedir un nuevo salvataje.
Luego de viajar a Estados Unidos a fines de septiembre -y recibir un tuit que el propio Milei llevó impreso para que se lo den ante las cámaras-, Scott Bessent, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos designado en 2025, realizó un anuncio en el cual se destacaron algunas líneas: “Argentina enfrenta un momento de grave iliquidez. La comunidad internacional, incluyendo @IMFNews, apoya unánimemente a Argentina y su prudente estrategia fiscal, pero solo Estados Unidos puede actuar con rapidez. Y actuaremos. Para tal efecto, hoy compramos directamente pesos argentinos”.
The @USTreasury has concluded 4 days of intensive meetings with Minister @LuisCaputoAR and his team in DC. We discussed Argentina’s strong economic fundamentals, including structural changes already underway that will generate significant dollar-denominated exports and foreign…
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) October 9, 2025
De esta manera, por un lado, se confirmaba la creación de un swap por 20 mil millones de dólares, una línea de crédito en la cual el Banco Central deposita los dólares como reservas y entrega como contraparte pesos, y por otro, la renuncia abierta a la soberanía de nuestra política económica.
Si llegado el caso utiliza una parte, se activan los intereses como un préstamo tradicional, que –según la última operación con el Banco Central Europeo- para operaciones de corto plazo paga una tasa de 4,32 por ciento, según sea el plazo, país y monto activado.
Este anuncio vino aparejado con un claro condicionamiento geopolítico en relación a China: la condición del gobierno de Trump es que la Argentina no renueve el swap con dicho país, que asciende actualmente al equivalente a 18.600 millones de dólares –de los cuales 5.000 millones se renovaron en abril último hasta mediados del año próximo-, monto semejante al ofrecido por la Reserva Federal.
Aunque el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo trató de negar rotundamente dicho condicionamiento tanto Bessent como China lo confirmaron. La Declaración del Portavoz de la Embajada de China en Argentina sobre las palabras de Bessent fue clara al respecto: “Volvieron a dejar de manifiesto la mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría que sigue caracterizando a algunos funcionarios estadounidenses”.
A su vez señaló que “Bessent y Estados Unidos deben entender que América Latina y el Caribe no es el patio trasero de nadie” y que “los países de América Latina y el Caribe tienen el derecho a elegir, con independencia y libertad, cuál es su camino de desarrollo y quiénes son sus socios en materia de cooperación”.
En contrapartida, el presidente de nuestro país solo llegó a escribir un servil: “Gracias secretario Scott Bessent por su apoyo a Argentina, y gracias al presidente Donald Trump por su visión y liderazgo”.
Declaración del Portavoz de la Embajada de China🇨🇳 en Argentina sobre las palabras del Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent pic.twitter.com/K2gVxRRvkx
— Embajada de China en Argentina (@ChinaEmbArg) October 11, 2025
Finalmente, Estados Unidos sigue operando políticamente y en diferentes dimensiones frente a China para poder recuperar la centralidad que viene perdiendo frente al gigante asiático. Ante este escenario, cabe recuperar aquella frase de Arturo Jauretche: “No se trata de cambiar de collar sino de dejar de ser perro”.

Foto: White House / Press