Con su apoyo a Bolsonaro, Trump cometió un enorme error que une a todo Brasil
Resumen
La bravuconada del presidente norteamericano Donald Trump, de arancelar importaciones brasileñas, como presión para lograr una amnistía al exmandatario Jair Bolsonaro, quien está a punto de ser condenado por el intento de golpe de Estado de 2003, generó una clara […]

La bravuconada del presidente norteamericano Donald Trump, de arancelar importaciones brasileñas, como presión para lograr una amnistía al exmandatario Jair Bolsonaro, quien está a punto de ser condenado por el intento de golpe de Estado de 2003, generó una clara reacción en el espectro político de ese país: provocó un realineamiento de apoyos que se alejan del ultraderechista y se centran en la defensa de los intereses nacionales. En ese marco, Tiempo Argentino pudo conversar con Adão Villaverde, referente histórico del Partido dos Trabalhadores, exdiputado nacional y ferviente promotor de la producción de semiconductores, un proyecto de desarrollo estratégico global para Brasil, que contribuye a una economía pujante y que le permite al presidente Luiz Inácio Lula da Silva plantarse con soberanía ante las injerencias extranjeras.
Dice Villaverde: «Para mí el planteo de Trump, y su actitud de gravar a Brasil en 50% de todo lo que exporta a los Estados Unidos fue un enorme error. Confundió cuestiones políticas con las comerciales. Las cuestiones políticas muchas veces dividen los campos, sin embargo, la comercial es un tema de nación, de interés de Brasil frente a su comercio, su producción, sus productos, que hacen parte de negocios y de ventas a Brasil que van a significar recursos al país, desarrollo y mejora de vida para la población, por más empleo y riqueza. Todo esto es una cuestión nacional, de interés de Estado».
–Confunde los intereses del gobierno con los intereses del Estado.
–Claro, confunde el rol de Jefe de Estado. Lo que pasó, al fin y al cabo, es que la amenaza de Trump revela una trama donde toma posición por una causa de un problema político en Brasil, sobre una investigación que está en curso sobre un expresidente que adoptó una conducta antidemocrática y golpista el 8 de enero de 2023. Lo sabe todo el país. Un tema que ni los que sostienen a Bolsonaro lo niegan. Al fin y al cabo, es lo que propuso Trump: imponer una medida autoritaria, de coacción y de presión, una especie de “espada de Damócles” sobre la cabeza de Lula para que intervenga y pueda dar una amnistía a Bolsonaro, cuando en realidad la puso sobre todo Brasil. Lo que provocó la reacción de diversos sectores que se alinearon a la defensa de los intereses del país.

–Y fortaleció la posición de Lula.
–Lula le respondió con dos dos grandes cuestiones. Primero, Brasil es un país con soberanía, que no concuerda con la actitud de tasar los productos nuestros con el 50 por ciento. Lula resaltó las relaciones con los BRICS, lo que asusta un poco Trump, y hace que sume errores en su política. Implica relaciones con China, y con otros países, como Canadá. A su vez, Lula respondió que no puede intervenir en el Poder Judicial de Brasil, no concuerda, es un poder independiente y que el caso Bolsonaro y los demás golpistas implican a una banda que avergüenza a todo el país. Trump se puso en contra a todo Brasil.
–Incluso a los bolsonaristas.
–Sí, ya nadie sustenta a Bolsonaro, muchos bolsonaristas tienen la opinión que ya debe irse a su casa. Y que el mejor camino será que el Poder Judicial tome la decisión de llevarlo a prisión. Y la actitud de Lula lo reposiciona. Los periódicos y los canales de streaming de los medios tradicionales, que siempre están contra Lula, contra el PT o contra el gobierno, se posicionaron por la soberanía. Como el periódico Estado de San Pablo, del grupo Mezquita, uno de los más conservadores de Brasil, representante de los agronegocios; o la Folha de San Pablo, representante de la Banca. La respuesta de Lula que fue prudente, tranquila pero contundente, centrada en la reciprocidad, provocó un marcado apoyo popular, porque no se puede dejar pasar, es inaceptable para el país.

–¿Podría haber un reordenamiento del centro político brasileño?
-Hay una frase que dice que hay “días que valen por semanas y semanas que valen por años”. Con el exabrupto de Trump se acelera una catalización de un proceso provoca la reducción de ese espacio. Por ejemplo, el gobernador de San Pablo, Tarcisio de Freitas, que en los últimos tiempos ha hecho varias manifestaciones pública con la gorra trumpista MAGA (Make American Great Again; Hacer una América Grande de Nuevo), que también fue la marca de Bolsonaro, y que ahora está sacando todo de sus redes sociales.
–Pero la oposición sigue fuerte y la contienda más aguda es contra la derecha.
–El centro quedó muy reducido, con pocas chances de generar una opción. Por lo menos el centro clásico, que acostumbramos a caracterizar como el viejo Movimiento Democrático Brasileño. Hoy no tienen chance de ser opción. De hecho, ese centro se articula con la participación de Geraldo Alckmin en el gobierno. Ocupa un rol fundamental. Ha coordinado proyectos y equipos de trabajo, incluso en los que yo participé, por una nueva política industrial del país. Como el tema de los semiconductores: está en los ocho ejes de la política industrial brasileña, que se considera el activo económico global más importante de la época que vivimos y va a fortalecer la independencia científico tecnológico del país.
–¿Puede consolidar el desarrollo autónomo de Brasil y jugar a escala global?
–Para que Brasil deje definitivamente de ser un país en desarrollo a ser desarrollado, a jugar como potencia. Dejar de ser un país que en la época de crisis sólo puede reprimarizar la economía y caer en el extractivismo o la exportación de commodities. Brasil tiene que agregar valor a sus productos y tiene materia prima extraordinaria. Tiene proyección y puede ser parte, en la cadena global central, sobre todo en la época en que vivimos. En eso, la ministra de Planificación, Simone Tebet, tiene una posición muy buena, con buen diálogo con los sectores del agronegocio. Adaptó su posición hacia el espectro de partidos políticos de centro, dando una propuesta de interés nacional. «
En Argentina
Invitado por Infoworkers y el Movimiento Misión de Tecnologías Convenientes; Adão visitó distintas entidades académicas como la UBA; UNdAv y UNLZ; un Polo Tecnológico Rosarino; y se entrevistó con el secretario de Río Grande de Tierra del Fuego, Santiago Barassi, difundiendo el tema “Semiconductores como Estrategia para el Desarrollo Regional y la Soberanía Tecnológica”. El martes a las 19:30, en el Centro de Innovación Educativa y Pedagógica, dará su última conferencia en el Seminario Latinoamericano de Políticas Estrat. Los lectores de Tiempo pueden registrarse en https://ciep.ar/eventos/