Internacionales

El pueblo sirio entre dos fuegos

Resumen

“Israel ha gozado de un alto grado de impunidad incluso,rechazando decenas de resoluciones de la ONU”,Yakov Rabkin, intelectual  judío, Universidad de Montreal. En el engorroso escenario de Siria, que lleva 14 años sumido en violencia y discursos contradictorios, prevalece una […]


“Israel ha gozado de un alto grado de impunidad incluso,
rechazando decenas de resoluciones de la ONU”,
Yakov Rabkin, intelectual  judío, Universidad de Montreal.

En el engorroso escenario de Siria, que lleva 14 años sumido en violencia y discursos contradictorios, prevalece una profunda confusión difícil de interpretar desde el exterior. La situación en Oriente Medio es sumamente compleja, lo que dificulta un análisis equilibrado, especialmente ante la generación rápida de los distintos acontecimientos.

Desde octubre de 2023, el gobierno de Benjamín Netanyahu ha optado por no detener sus acciones militares en los múltiples frentes abiertos en la región. Israel ha llevado a cabo ataques en Palestina, Líbano, Irán e Irak, sin una justificación clara, incrementando la tensión en la zona. Y, en particular, el pasado miércoles, bajo el argumento de proteger a la comunidad drusa de las persecuciones y represión del gobierno de facto de Ahmad Sharaa, Israel bombardeó Damasco y Sueida, generando preocupación internacional por la escalada del conflicto.

El bombardeo ocurrió cuando el parlamento israelí debatía un juicio político por corrupción contra Netanyahu, una iniciativa impulsada por la oposición y respaldada por la mayoría de los legisladores de la Kneset que parecía indicar un revés inminente para el mandatario israelí. Tras conocerse el ataque a Siria, la tensión política llevó a posponer el tratamiento del juicio, dejando en suspenso el proceso judicial en medio de un escenario de tensión y conflicto.

Esta hiena hambrienta olió sangre del otro lado de la frontera y atacó objetivos militares, como la sede del Ministerio de Defensa en Damasco y otras instalaciones en el sur del país. Netanyahu justificó la acción diciendo que buscaba proteger a los drusos de Sueida, advirtiéndoles que no volvieran a cruzar la frontera hacia Siria, ya que estaban en riesgo de ser asesinados o secuestrados por las milicias de Sharaa. La acción militar del ente sionista puede interpretarse como una violación de la soberanía siria.

Los drusos, una minoría religiosa árabe de cerca de un millón de personas distribuidas principalmente en Siria, Líbano e Israel, mantienen vínculos familiares en los países vecinos, lo que da una dimensión adicional a la tensión regional. Netanyahu afirmó que Israel trabaja para salvar a sus hermanos drusos y eliminar las pandillas del régimen sirio, aunque sus declaraciones y acciones generan controversia, considerando que él ha sido condenado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y genocidio.

Ahmad Sharaa, también conocido como Al Jolani y exlíder de la rama siria de Al Qaeda, anunció una alianza con tribus beduinas para evitar una mayor escalada de violencia. Sharaa expresó su deseo de priorizar los intereses de los sirios y estabilizar la región, aunque las negociaciones con las minorías, como los drusos, no han resultado en concesiones significativas por parte del régimen sirio. Reconoció que ha habido abusos contra civiles, pero no se hizo cargo de las acciones criminales de grupos paraestatales.

El alto el fuego fue atribuido por Netanyahu a la fuerza militar israelí e incluyó bombardeos y despliegue de tropas en los Altos del Golán, una región ocupada desde 1967 con mayoría drusa. También, afirmó que Israel logró la tregua mediante la fuerza y acusó a Siria de enviar tropas al sur de Damasco y cometer masacres contra los drusos, lo que considera inaceptable, y exigió la desmilitarización de una franja desde los Altos del Golán hasta las montañas drusas en Sueida.

El bombardeo a Siria sorprendió porque funcionarios sirios e israelíes se habían reunido en Azerbaiyán días antes para coordinar temas de seguridad, y algunos líderes sirios mostraron apertura a normalizar relaciones con Israel. La relación entre Netanyahu y Al Jolani se había estrechado desde mayo y rubricando el alto el fuego de marzo. Se sabe que Donald Trump y Marco Rubio eran mediadores para detener los ataques israelíes en Siria.

Desde diciembre, la violencia en Siria ha evidenciado profundas grietas sociales y ha puesto en duda la posibilidad de una estabilidad duradera. Muchos consideran que un gobierno de unidad que promueva la cohesión social y mantenga la integridad territorial sería la mejor vía para lograr la paz. La comunidad internacional, incluyendo la Liga Árabe y la ONU, ha condenado las agresiones y ha llamado a una reunión para tratar la situación. Turquía, que ha sido arte y parte en la destitución de Al Asad y fue aliado de Al Jolani desde antes de su ascenso al poder, declaró que no permitirá que Siria sea dividida y acusó a Israel de sabotear la paz regional.

La guerra en Siria no sólo involucra enfrentamientos militares, sino también una dimensión discursiva significativa. La recuperación de esta situación traumática es un proceso largo que requerirá años de resiliencia del pueblo sirio. «



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *