Pediatras alertan sobre el aumento de la dependencia digital en niños y adolescentes
Resumen
Irritabilidad, ansiedad, nerviosismo. Cambios de humor frecuentes, incluyendo tristeza. Episodios de agresividad. Mentiras recurrentes. Podrían ser síntomas de una persona adulta con un cuadro de estrés. Pero también lo son de niñas, niños y adolescentes con dependencia digital. Un problema […]

Irritabilidad, ansiedad, nerviosismo. Cambios de humor frecuentes, incluyendo tristeza. Episodios de agresividad. Mentiras recurrentes. Podrían ser síntomas de una persona adulta con un cuadro de estrés. Pero también lo son de niñas, niños y adolescentes con dependencia digital. Un problema en aumento, según advirtió la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
La entidad que nuclea a pediatras de todo el país alertó sobre los riesgos del uso abusivo de pantallas, apuntó a las señales a tener en cuenta y dio recomendaciones sobre cómo tratar de frenar el problema a tiempo.
“Cada vez con mayor frecuencia, los pediatras recibimos en las consultas niños, niñas y adolescentes con problemas relacionados con el uso inapropiado de la tecnología, que se manifiestan con algunos síntomas como la falta de atención, alteraciones en la memoria y bajo rendimiento académico. A esto se agregan cuadros de ansiedad, aislamiento social, síntomas de depresión y/o comportamientos problemáticos”, expresó la SAP en el informe ‘Comportamientos problemáticos en línea: apuestas y videojuegos. Dependencia digital’.
Ante este panorama, la SAP apuntó no solo a las familias sino también al rol de las y los pediatras en sus consultorios: “Resulta fundamental que el abordaje de estas problemáticas sea una parte integral de las consultas pediátricas. El pediatra, como profesional de referencia para el niño/a, el adolescente y su familia, desempeña un rol clave en la detección temprana, prevención y orientación respecto a los riesgos asociados al uso excesivo de tecnologías digitales y consumos problemáticos relacionados”.
El 95% tiene celular
“Se denomina dependencia digital o ludopatía digital al impulso incontrolable por las apuestas o el juego de azar a pesar de las pérdidas de dinero y de sus consecuencias negativas en todos los ámbitos (personal, familiar, social, académico y/o laboral). Esta problemática incluye al juego en Internet y a las apuestas en línea. Puede afectar a todas las clases sociales y generar problemas financieros, laborales y familiares, con un mayor riesgo de desarrollar trastornos del juego persistentes en la adultez”, definió la entidad de pediatras.
En la adolescencia “se presenta una especial vulnerabilidad asociada a un desequilibrio entre el control de los impulsos, reducido por inmadurez cerebral, y una mayor sensibilidad a las recompensas. Esto incrementa las conductas de riesgo y los consumos problemáticos. Las interacciones en las redes, los videojuegos o las apuestas desencadenan liberación de dopamina a nivel cerebral, un neurotransmisor ligado al placer y a la gratificación instantánea que genera la repetición de estas conductas”, explicó la médica Silvina Pedrouzo, presidenta de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) de la SAP.
Los datos sobre los que se basa el documento incluyen una encuesta sobre 5.910 niños, niñas y adolescentes argentinos de entre 9 y 17 años, realizada por UNICEF y la UNESCO en 2025, que reveló que el 95% tiene teléfono celular propio con acceso a Internet en esa franja etaria y el 94% utiliza plataformas de streaming para ver videos, películas o series, mientras que el 79% juega a videojuegos diariamente o casi todos los días.
“La edad de acceso al primer celular de chicas y chicos es de 9,6 años”, revela nuestra especialista de educación, @corast sobre los resultados de #KidsOnlineArgentina pic.twitter.com/wjbMEDLEIK
— UNICEF ARGENTINA (@UNICEFargentina) May 6, 2025
Uno de cada cuatro apuesta
Las apuestas en línea, que irrumpieron en las aulas hasta volverse una problemática acuciante en la adolescencia, se expandieron tanto que uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes (24%) apostó dinero en línea alguna vez, según ese mismo relevamiento. El hábito es más frecuente entre adolescentes de 12 a 17 años y predominantemente en varones.
El relevamiento mostró que el 46% de los jóvenes percibe tener algún uso problemático relacionado con internet, celulares o videojuegos. Especialmente detectan su impacto negativo sobre el rendimiento escolar, afectado por el excesivo tiempo en estos dispositivos o plataformas, y dan cuenta de los intentos fallidos por reducir ese uso.
Uso versus abuso
“El uso se refiere al juego ocasional, aislado o episódico, que no causa dependencia ni problemas de salud o sociales y donde el individuo puede interrumpir la actividad sin problemas; ya el abuso implica un patrón de consumo desadaptativo, con consecuencias negativas, y se caracteriza por el aumento de frecuencia del consumo, la dedicación excesiva de tiempo a esta actividad y su repercusión en todos los ámbitos: sociales, familiares, laborales y/o legales. El patrón de consumo es compulsivo y perjudicial, pero no existe dependencia”, afirmó Alejandra Ariovich, médica pediatra, especialista en Salud Integral en la Adolescencia, Secretaria del Comité Nacional de Adolescencia de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
“Mientras que la dependencia –contrastó- también llamada adicción, es un trastorno progresivo en el que el individuo desarrolla una necesidad compulsiva de realizar el comportamiento. Incluye una pérdida de control y la presencia de tolerancia, que es la necesidad de aumentar el tiempo y la frecuencia para lograr el mismo efecto, así como síntomas de abstinencia al intentar reducir o suspender el consumo y la preferencia de esta actividad frente a otras. La persona no puede discontinuar el consumo, a pesar de ser consciente de los daños físicos, psicológicos o sociales que le ocasiona”.
Tal como refleja el trabajo de la SAP, en el país las apuestas en línea son legales a partir de los 18 años, pero los adolescentes logran acceder a estas plataformas falseando sus datos y utilizando documentación de adultos. “Esto sucede porque actualmente no existe una ley nacional que regule específicamente esta actividad, ni una verificación efectiva de los datos de acceso a las plataformas”, cuestiona el documento de la SAP.
“Este fenómeno aumentó en nuestro país durante la pandemia y continúa en ascenso debido a la publicidad en los medios, la promoción en redes sociales a través de celebridades e influencers, así como al patrocinio de equipos de fútbol. Estas plataformas representan un gran riesgo para los jóvenes, potenciado por su gran accesibilidad a través de dispositivos móviles asociados al uso de billeteras virtuales y al incentivo mediante la oferta de bonificaciones y recompensas”, sostuvo Carolina Aznar, prosecretaria del Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria de la SAP.
Signos de alerta
¿A qué señales hay que prestar atención para detectar vínculos problemáticos con las pantallas y la tecnología? Según la SAP, algunos signos de alerta incluyen: irritabilidad, ansiedad o nerviosismo cuando no pueden jugar o frente a los límites; cambios de humor frecuentes, incluyendo tristeza, angustia o episodios de agresividad; mentiras recurrentes sobre el tiempo y el dinero destinados al juego; imposibilidad de detenerse o controlar el impulso de jugar; uso del juego como vía de escape a problemas personales, escolares o familiares; ocultamiento o negación del comportamiento; deterioro del rendimiento escolar, falta de concentración y desinterés por las tareas académicas; pérdida de interés en actividades extracurriculares, hobbies y relaciones sociales; aislamiento progresivo de amigos y familiares; actos que ponen en riesgo sus relaciones afectivas, como pedir dinero a familiares o amigos para apostar; retraimiento.
También puede haber alteraciones del sueño; cansancio, cefalea; alteraciones del apetito, de la memoria y la atención, con bajo rendimiento académico. Distorsión del pensamiento (negación, confianza excesiva, superstición sentimiento de poder y de control); interés atípico por resultados deportivos; ingresos y egresos inexplicables en sus billeteras virtuales. Búsqueda constante de dinero para apostar, en ocasiones pueden llegar a cometer hurtos y robos. Además, desobediencia y hostilidad frente a los límites; acciones de minimizar o justificar el tiempo y el dinero invertidos en el juego.
Las recomendaciones de pediatras a las familias tienen que ver con el fomento del diálogo, el establecimiento de reglas y límites, la supervisión y acompañamiento en el uso de dispositivos, el uso de controles parentales y la ubicación de los dispositivos en espacios comunes del hogar. También se sugiere educar a los jóvenes sobre los riesgos en relación con participar en juegos y sitios de apuestas diseñados y generar actividades alternativas saludables como deportes, actividades artísticas y tiempo compartido.
Otra recomendación, en muchos casos difícil de adoptar, es “ser un modelo a seguir en el uso responsable y equilibrado de la tecnología y los juegos digitales”. Así como informarse y consultar recursos oficiales, como la Ley 26.934 y programas de prevención específicos, para fortalecer el acompañamiento familiar y comunitario.
En caso de necesitar asistencia:
● Línea 141 (SEDRONAR): Servicio nacional gratuito, anónimo y disponible las 24 horas, todos los días del año, para orientación, contención y acompañamiento en problemas de consumo, incluye la dependencia digital.
● Línea 0800-666-6006 (Saber Jugar): Ofrece orientación para personas con problemas relacionados con el juego, disponible de lunes a viernes de 9 a 17 horas. Brinda información, autoevaluación y asesoramiento.
● Línea 0800-222-5462 (Provincia de Buenos Aires): de lunes a viernes de 8 a 24 horas y fines de semana de 10 a 22 horas. Ofrece atención, acompañamiento y orientación especialmente para los adolescentes y sus familias. También recibe denuncias sobre juegos ilegales.
● Línea 108 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires): Disponible las 24 horas para consultas y asistencia. Línea WhatsApp Boti Ciudad al número: 11 5050-0147.
● Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo (Provincia de Buenos Aires): red de atención pública y gratuita, cuenta con centros de atención y contacto vía correo electrónico ([email protected]).
● Jugadores Anónimos: grupos presenciales y virtuales de apoyo. Grupo de Autoayuda:114328-0019. Línea de Vida de Jugadores Anónimos:114412-6745. ([email protected])