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A cuatro meses de terminar las obras de un puente ahora la Ciudad quiere destruirlo y construir otro

Resumen

Fue construido en 1916 por la Compañía Lacroze para el paso de tranvías. Pasa por encima del Ferrocarril Mitre y está ubicado en Palermo, a pocas cuadras de Avenida Cabildo y conecta con los barrios de Colegiales y Belgrano. El […]

A cuatro meses de terminar las obras de un puente ahora la Ciudad quiere destruirlo y construir otro


Fue construido en 1916 por la Compañía Lacroze para el paso de tranvías. Pasa por encima del Ferrocarril Mitre y está ubicado en Palermo, a pocas cuadras de Avenida Cabildo y conecta con los barrios de Colegiales y Belgrano. El puente Ciudad de la Paz es uno de los patrimonios históricos que tiene el distrito porteño, una intersección clave que estuvo cerrada por más de dos años con la promesa de realizar obras estructurales, pero durante gran parte de ese tiempo los trabajos nunca comenzaron.

La gestión de Rodríguez Larreta dijo que la obra iba a durar 12 meses y que para ello “las calles Ciudad de La Paz, entre Santos Dumont y Dorrego, y Concepción Arenal”, iban a permanecer cerradas al tránsito vehicular y peatonal por trabajos de mantenimiento. Con el tiempo ese lugar se convirtió en zona de nadie. Carecía de luminarias y estaba despejado de efectivos policiales. Los robos se incrementaron y los vecinos no recibían ningún tipo de resguardo por parte de las autoridades porteñas.

Tras 26 meses de un profundo abandono, a finales de marzo el Ejecutivo porteño terminó los trabajos de mantenimiento y el paso vial reabrió. Pero no realizaron las obras estructurales que habían prometido en un primer momento, razón por la cual solo fue habilitado para el tránsito liviano. El gasto, según LaPolíticaOnLine, fue cercano a los 2 millones de dólares y en los últimos días el gobierno porteño publicó una licitación para desmantelar el puente y construir otro. Este domingo los vecinos se movilizaron para rechazar la destrucción de esta obra patrimonial.

“Dijeron que más adelante se podía llegar a construir otra obra de similares características por lo estético y que pueda llegar a sostener más peso. Los vecinos, en su momento, después de dos años de estar aislados y vivir muchas situaciones de inseguridad, agradecieron que se abra y no creían mucho en que iban a hacer otro puente”, contó a Tiempo Pacha Carreira Griot, miembro de la junta comunal 14 por Unión por la Patria.

A cuatro meses de terminar las obras de un puente ahora la Ciudad quiere destruirlo y construir otro

Hace pocos días las y los vecinos se vieron sorprendidos por la apertura de una licitación de AUSA (Autopistas Urbanas) para la construcción del flamante proyecto..

“Para la construcción del nuevo puente, se deberá realizar el retiro, desarme y traslado del puente existente, fabricación y transporte de piezas metálicas, ensamblaje y montaje de estructura del puente nuevo con pasarelas peatonales”, dice el documento que detalla la Provisión, construcción y montaje de la nueva obra. La apertura de ofertas se celebrará el 31 de julio.

Defensa del viejo puente

Agrupaciones vecinales y autoconvocados se reunieron este domingo en las inmediaciones del cruce para rechazar la destrucción del patrimonio histórico. Fue el primer encuentro tras la reapertura en marzo de este año y a pocos días de enterarse que la gestión de Jorge Macri quiere destruirlo.  

“Esta licitación tiene varias cuestiones. Por un lado el puente está catalogado preventivamente dentro de puentes patrimoniales más allá de que el año pasado no se pudo votar el catálogo definitivo, este puente está catalogado aún, así que no deberían poder sacarlo”, explica Carreira Griota y agrega: “Por otro lado, es un puente similar, en términos estéticos, lo que hace es sacar las columnas del medio y eso es lo que habilita el paso del tránsito pesado. Una de las versiones del gobierno de la ciudad dice que es para que pasen los bomberos o sea que ese punto lo ponemos en duda”.

Las y los vecinos se oponen a la destrucción del puente original y no van a permitir que el gobierno porteño avance en ese sentido.

“Es una pieza histórica, emblemática en el barrio. Y no hace falta que lo destruyan. El mismo día de la apertura deslizaron que lo van a reemplazar. ¿Después de restaurarlo ahora van a destruirlo? ¿Qué estamos tirando la plata? O sea, hacemos una inversión, tardan dos años en arreglarlo con la nuestra para que, inmediatamente después, hablen de un cambio, nos están tomando el pelo”, increpa Paula Gómez Ortega, arquitecta y vecina de Palermo que vive pegada al puente.

El alcance de la contratación comprende el desmontaje, desarme y retiro de puente existente, el traslado del puente desmontado, y la construcción de la nueva estructura, con rampas y adecuación de escaleras peatonales.

“La tercera cuestión después de pasar por encima el tema de protección patrimonial, es que la excusa del cambio es para que sea apto para tránsito pesado. Entonces yo me pregunto ¿tránsito pesado por una callecita de barrio, tránsito pesado en una arteria que tiene prohibido el tránsito pesado? Las vías alternativas para cruzar son el puente Jorge Newbery que está apto para tránsito pesado, o el viaducto Carranza, que también pasan todos los colectivos que van de Cabildo a Santa Fe”, agrega la profesional y remata: “Esto realmente provoca indignación y nos vamos a poner firmes porque el hecho de que tenga protección patrimonial impide directamente la destrucción y el reemplazo del puente”.



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