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“Son pacientes con cáncer y esto les genera gran incertidumbre”

Resumen

Mientras familias de pacientes pediátricos abrazaron al Hospital Garrahan y personas con discapacidad se movilizaron por sus derechos, un gran grupo de pacientes con cáncer participó del abrazo al Instituto Ángel Roffo, el hospital universitario especializado en oncología, golpeado por […]

“Son pacientes con cáncer y esto les genera gran incertidumbre”


Mientras familias de pacientes pediátricos abrazaron al Hospital Garrahan y personas con discapacidad se movilizaron por sus derechos, un gran grupo de pacientes con cáncer participó del abrazo al Instituto Ángel Roffo, el hospital universitario especializado en oncología, golpeado por el desfinanciamiento que afecta a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Personal no docente, profesionales de la salud y familias abrazaron a la institución que atiende cada año a más de 100 mil personas con cáncer. “El ajuste en salud enferma”, exclamaron.

Sin aumento presupuestario desde 2024, sobre el último presupuesto aprobado en 2023, el Roffo atraviesa una crisis que se traduce en menos insumos, problemas edilicios o aparatología sin arreglos. Por caso, la institución emblema en el tratamiento del cáncer lleva meses sin mamógrafo. La información oficial indica que se compró uno para reemplazar el anterior, pero aún no está instalado.

Para Federico López Ponsati, delegado del Instituto, el abrazo fue “importante, imponente, emocionante”. Destacó que, además de la gran participación de trabajadores, hubo muchos pacientes. “Hay algo que nos une mucho y literalmente es que de esta lucha depende su vida. Eso es muy sentido. La participación de ellos es fundamental y siempre están”, dijo en diálogo con Tiempo.

Crisis inédita y renuncias a cuentagotas

“Yo abrazo al Roffo porque lo más valioso es el equipo humano que en él trabaja”, escribió Viviana, una paciente, en una de las pancartas que acompañaron el reclamo. Hubo delegaciones de la UBA, de los otros hospitales universitarios (como el Clínicas, que hace días tuvo su propio abrazo) y también del Garrahan, en pleno paro y mientras atraviesa su propio conflicto.

“El desfinanciamiento está causando estragos en la universidad y en los hospitales universitarios. En el día a día afecta en falta de insumos, falta de personal, infraestructura de pabellones y edificios viejos que no tienen mantenimiento, cortes de luz que retrasan cirugías. Hay pabellones sin agua caliente y se prepara a los pacientes con pavas eléctricas”, describió el delegado.

“Son pacientes con cáncer y esto les genera gran incertidumbre”

Si bien hubo crisis previas y siempre se reclamó por mejoras, el panorama esta vez es más grave. “Este año y medio es distinto y lo que se agrega es el problema salarial. Perdimos 60% del poder adquisitivo y hoy un profesional que tiene formación de 15 años está cobrando entre 1.300.000 y 1.500.000. Por esa plata se están yendo”, afirmó López Ponsati. En el último mes, indicó, renunciaron por lo menos cuatro oncólogos. “Parece un número chico, pero son especialidades que no se consiguen”.

La fuga de profesionales de la salud formados en el ámbito estatal se está danto también en otros hospitales emblemáticos, como el Garrahan. Por todo esto, desde el Roffo participarán el próximo jueves 17 de la Marcha Federal en defensa de la salud pública, impulsada desde el hospital pediátrico de máxima complejidad.

Más pacientes, menos recursos

“El conflicto es el que tienen todos los hospitales universitarios: el atraso en el presupuesto. Está congelado desde 2024 y desde 2023 no se modificó. El aumento de los costos de todos los insumos nos traen aparejado un terrible desfasaje por esta razón”, apuntó Roxana del Águila, directora del Roffo, en diálogo con la prensa en medio del abrazo. “Por otro lado aumentó la cantidad de pacientes y eso trae aparejado que no podamos atender a todos los pacientes como se merecen. La calidad en la atención es algo que no podemos negociar y si no tenemos los recursos necesarios cada día se nos hace más difícil seguir adelante”.

Por la falta de recursos se priorizó garantizar tratamientos en detrimento del mantenimiento. “Nunca se interrumpieron los tratamientos porque ponemos por delante los insumos. Dejamos de poder arreglar ciertos aparatos, infraestructura, pero los insumos nunca se dejaron de proveer. Cada vez tenemos menos recursos. Son pacientes con cáncer y todo esto les genera gran incertidumbre. Y a nosotros, gran impotencia”, expresó.

Masivo abrazo al Roffo contra el desfinanciamiento: “Son pacientes con cáncer y esto les genera gran incertidumbre”

“La masividad de este abrazo demuestra el cariño que le tiene la comunidad al Roffo y el compromiso con la defensa de la Salud Pública. Por eso estamos acá”, dijo Luciano Cagnacci, secretario general de APUBA. Ricardo Gelpi, rector de la UBA, expresó su preocupación por el ajuste “a este Hospital, que es el primer centro de lucha contra el cáncer que se creó en Latinoamérica y que atiende por año a más de 100.000 pacientes”.

Cada mes se abren unas 130 historias clínicas. Pero, en el último tiempo, la demanda aumentó. “El año pasado hubo un pico por la desregulación de las prepagas. Y no tenemos estructura para sostenerlo. Gente con prepaga que quedó en el medio del tratamiento y somos el último eslabón de un montón de familias trabajadoras de todo el país que llegan después de no haber tenido respuestas. Hay especialidades para las que no tenemos turno –advirtió López Ponsati- En dermatología hay turno para la semana que viene para primera consulta, pero en especialidades específicas como hematología hay para dentro de cinco o seis meses”. Para una especialidad que atienden casos como leucemias, ese tiempo de espera es imposible: “Dar esa noticia genera una angustia generalizada”.

El impacto del cierre del INC

Al desfinanciamiento puntual sobre las universidades, que afecta al presupuesto del Roffo, se suma el impacto de otras medidas que también repercuten en la atención de pacientes oncológicos. Como la «absorción» del Instituto Nacional del Cáncer (INC) por parte del Ministerio de Salud. Si bien la noticia fue formalizada en los últimos días, en el marco de las últimas desregulaciones festejadas por el gobierno de Javier Milei, lo cierto es que desde marzo se interrumpió su funcionamiento en la práctica.

“Nos pega el cierre. Especialmente en proyectos de investigación y en el servicio de cuidados paliativos. Porque el INC otorgaba de forma gratuita opioides y ya no lo hace, y porque éramos sede del Programa de Cuidados Paliativos del INC, donde se formaban a través de becas y pasantías docentes para esos cuidados. Era un programa federal. Eso también se terminó”, lamentó el delegado.

Si bien el ministro de Salud, Mario Lugones, aseguró que las funciones del INC seguirán cumpliéndose desde la órbita de su cartera, en los hechos la falta del instituto especializado ya tiene consecuencias. Como alertó Graciela Jacob, ex titular de esa entidad, su desmantelamiento “es la carta de defunción de la política pública sobre el cáncer” en la Argentina.



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