El pibe de los 100 millones de euros que se formó en la Liga Marplatense « Diario La Capital de Mar del Plata
Resumen
Por Juan Miguel Álvarez Cada domingo a la mañana, Bautista Dadín subía al colectivo desde Balcarce rumbo a Mar del Plata. Llevaba una mochila, botines, ilusión… y muchas horas por delante. Como todos los chicos de Los Patos, viajaba para […]

Cada domingo a la mañana, Bautista Dadín subía al colectivo desde Balcarce rumbo a Mar del Plata. Llevaba una mochila, botines, ilusión… y muchas horas por delante. Como todos los chicos de Los Patos, viajaba para disputar las fechas de la Liga Marplatense de Fútbol.
No eran sólo partidos: se pasaban el día entero en la cancha, porque competían todas las categorías. Entre mates, viandas y tardes enteras esperando el turno para entrar a la cancha (aunque afuera se la pasaba jugando con la pelota), crecían su talento y sus sueños.
Hoy, con apenas 19 años, uno de esos sueños empieza a tomar dimensión real. Este viernes, River le fijó una cláusula de salida de 100 millones de euros, una cifra récord para el fútbol argentino.
El club de Núñez firmó con Dadín un contrato hasta diciembre de 2028, convencido del potencial de este delantero zurdo que también hace mucho goles con derecha.
El nuevo blindaje supera ampliamente la cláusula con la que Franco Mastantuono fue transferido recientemente al Real Madrid por 45 millones de dólares. Número que revela la proyección que River le ve a este juvenil balcarceño que en sus primeros años se formó en el club Los Patos y compitió en la Liga Marplatense.
Un chico distinto
Nacido el 20 de mayo de 2006, Dadín comenzó a jugar a los 4 años en la escuelita de Los Patos, bajo la coordinación de su tío, Damián González Presa.
Desde el principio fue delantero, y ya entonces llamaba la atención. “Tenía jerarquía, siempre fue muy divertido y buen compañero”, lo recuerda Juan Carlos “Coco” Iribarren, presidente y DT de la Primera de Los Patos.
“Todos los domingos viajábamos para ver qué cosa diferente hacía en la cancha. Siempre fue un placer”, agrega. “Durante los partidos era común que familiares de otros equipos se acercaran para verlo jugar”, añade Damián González Presa.
Bautista Dadín disputó todas las predécimas (2013 a 2016) en la Liga Marplatense en un equipo siempre protagonista. El momento cúlmine llegó con la consagración de Los Patos 2006 como campeón de la Liga, en 2016, justo antes de su partida.
Participó además en los torneos tradicionales como el “Ángel Canata”, el “Dragón Verde” y el “Diablo Nacional”.
“Recuerdo los clásicos con Kimberley en esa categoría. Siempre tenía dos o tres marcas pendientes de lo que hacía él”, cuenta Iribarren.
La familia fue clave en su camino: “Su mamá Julieta (González Presa) y su papá Juan Pablo (Dadín) lo acompañaron siempre. Viajaban a verlo a Mar del Plata”, destaca el entrenador.
Desde temprano mostró que tenía algo distinto.“En 2013 o 2014 hubo un partido inolvidable. Para nosotros y para él. Perdíamos 4-1 contra Unión y faltaban cinco minutos para el final. Bautista hizo cuatro goles y su equipo ganó 5-4″, recuerda Damián González Presa.“Lo más especial fue que los padres y el técnico rival lo felicitaron y terminó subido en andas“.
Jerarquía en un par de toques
La llegada a River se dio en 2017, a partir de una prueba organizada en la propia sede de Los Patos. Viajó para participar, con la banda en el pecho, de un amistoso ante Defensores de Belgrano. Compartió escenario con Claudio “Diablito” Echeverri (actual jugador de Manchester City) y Agustín Ruberto.
“Nos arrepentimos de no decirle que sea menos generoso. Picaba solo y no le daban la pelota. Pero tuvo dos o tres, hizo dos goles y mostró su jerarquía”, recuerda Iribarren.
Curiosamente, un mes antes había quedado en Lanús, pero su entorno decidió esperar por el club de Núñez. “Estuvo junto a toda su familia en Buenos Aires, invitado por Lanús. Nosotros, evaluando su potencial, le recomendamos esperar. Coordinamos una prueba con River en nuestra villa, lo observaron y ya lo citaron”, cuenta Iribarren.
“Fue un desafío familiar inmenso. Tenía apenas 11 años y se fue a vivir a la pensión. Al principio se le hizo difícil”, agrega.
La explosión definitiva
Enseguida Dadín fue a jugar un torneo a Italia y empezó a destacarse. Fue campeón con las inferiores en AFA y el año pasado resultó el goleador de la quinta división del “millonario”, con 24 goles. Desde febrero juega en la Reserva, donde ya suma 8 tantos y 4 asistencias en 15 partidos.
Por su evolución, Marcelo Gallardo lo incluyó en el plantel que viajó a disputar el primer Mundial de Clubes de la historia.
Con mentalidad madura, declaraba recientemente en el diario La Vanguardia de Balcarce: “Trato de estar enfocado siempre. Trabajo en mí, en mi salud, mi educación, y en los entrenamientos doble turno que quizás no se ven públicamente. Siempre quiero ir por más, no me conformo”.
Un futuro abierto
Dadín se define como “un delantero que le gusta asociarse, que se mueve constantemente para buscar espacios, tirar diagonales y hacer goles”.
Mantiene una relación cercana con otros talentos surgidos en la cantera riverplatense, como Echeverri y Mastantuono, y su presente ilusiona tanto como su recorrido.
El contrato con cláusula récord que firmó esta semana lo ubica entre las grandes promesas del fútbol argentino.
Pero quienes lo vieron crecer en Los Patos no se sorprenden. “Se me puso la piel de gallina cuando me enteré que firmaba con River y con esa cláusula. Siempre tuvo algo distinto”, cierra Iribarren, con el orgullo de haberlo visto dar sus primeros pasos -y sus primeros goles- en la Liga Marplatense.